me anda fallando la confianza
como cuando me mandás a prender el calefón
y dudo y me paralizo y no quiero saber nada
me escapo sin hacer ruido
bajo a la calle y camino
le meto pata en zigzag
y en cada baldosa que piso
se me aparecen las mismas cosas
las mismas caras, los mismos pies
la misma falla de termostato
la misma frente que apunta al piso
será que todos salimos huyendo
de los hogares
de los trabajos
de la responsabilidad
de tener que mantener
de manera constante
o no (¿quién sabe?)
la temperatura justa y placentera
para que algún otro
(pero otro cercano, otro que esté ahí)
se quede piola
sabiendo que vigilamos
y regulamos con obsesión
el parco funcionamiento
de ese artefacto del diablo
como si fuera un preciso
instrumento de medición
¡de suiza para el mundo!
¡de la góndola a su mesa!
para que puedan al fin, esos otros
de una putísima vez
dejar ir por el desagüe
cansancio, mugre y preocupación.