me encanta que de repente
se te zafe la cadena
y te pongas a bailar
que revolees las tetas
que chives como una negra
y que el vino venga y venga
la cadera sobre el pum
sobre el pum del bajo y yo
te miro y me siento hermoso
acá abajo a un costado
chupando como un varela
mirando pasar la gente
con la humedad en la espalda
con las caras siempre igual
me siento hermoso, bueno, sensible
un nueve de área, un crack
un torpedo enamorado
una máquina sexual
me encanta verte ahí arriba
brillosa, altiva, perruna
con la mandíbula rota
con la mirada perdida
la lengua pidiendo pista
y la cadera sobre el pum
sobre el pum del bajo y yo
que chupo espaldas de gente
que juro amor a esta línea
un bicho flaco, finito
que serpentea hasta el baño
porque el deseo, la fe, el hastío
la mugre, el placer y el odio
van en el mismo tambor
y tanta belleza junta
no la puedo soportar.