Una pierna, un tobillo, un rosario,
una soga, una cinta, un cincel.
La brava, la mansa, la yegua,
una puerta bordada y una lengua de fuego.
¿Y qué hacemos con la furia si el mercurio es un veneno?
Una cama, un museo, un muslo,
una oración clandestina.
La espalda de frente a mí,
las piernas en falsa escuadra
y una virgen fundida en bronce.