Nunca visitaré Dallas
porque papá está muerto
y en Dallas, Texas, todos los hombres de bien
reverencian a sus padres
idolatran su figura, su carácter
imitan su forma de caminar
toman como propias religiones que no entienden
incurren en los mismos vicios
y por sobre todas las cosas
heredan sueños inconclusos
En Dallas, Texas,
tierra de cuernos y petróleo
los hombres se enorgullecen
de ser bautizados Junior (o segundo o tercero)
y también de que sus esposas
moderen la infidelidad y la angustia
con precisión de telenovela
y los esperen todos los días, todas las noches
con la comida caliente
y la sonrisa sin derretir
Nunca visitaré Dallas
porque papá está muerto
y en Dallas, Texas, ningún hombre
es mejor que los anteriores.
?Sabías que no me crió mi padre? ?Sabías que no me dejaron ir a su entierro? Sos groso Maxi. Abrazo.
Vengo de un lugar parecido, Crusty, y por eso voy a seguir mirando algunas ciudades por la tele. Gracias por leer, como siempre. Salú!